Definición:
Es una cirugía para reemplazar total o parcialmente la articulación de la cadera con un dispositivo artificial (una prótesis).
Descripción:
La cadera es una enartrosis que une la «esfera» en la cabeza femoral con el «acetábulo» en forma de copa en el hueso pélvico. Para reemplazar el hueso dañado en la articulación de la cadera se implanta quirúrgicamente una prótesis total de cadera.
La prótesis total de cadera consta de tres partes:
- Una copa que reemplaza el acetábulo de la cadera. Por lo general, es plástica, aunque en algunos centros se está intentando con otros materiales como cerámica y metal.
- Una esfera metálica o de cerámica que reemplaza la cabeza femoral fracturada.
- Un tallo metálico que se adhiere al cuerpo del hueso para agregarle estabilidad a la prótesis
Si la cirugía es una «hemiartroplastia», el único hueso que se reemplaza con una prótesis es la cabeza femoral.
Se hace una evaluación preoperatoria minuciosa de la cadera para determinar si la persona puede ser candidata para un procedimiento de artroplastia de cadera. El médico evaluará el grado de discapacidad, impacto sobre el estilo de vida y afecciones médicas preexistentes. De igual modo, evaluará la función pulmonar y cardíaca.
La cirugía se realiza bajo anestesia general o raquídea. El cirujano ortopedista hace una incisión quirúrgica, por lo general, a lo largo de los glúteos para exponer la articulación de la cadera. Luego, se recorta y se retira la cabeza femoral. A continuación, se limpia el acetábulo y con un instrumento llamado ensanchador se retira todo el cartílago y hueso artrítico restantes.
Se implanta el nuevo acetábulo, después de lo cual se inserta el tallo metálico dentro del fémur. Los componentes artificiales se fijan en su sitio, algunas veces con un cemento especial. Luego se reubican los músculos y los tendones contra el hueso y se cierra la incisión.
La persona regresa de la cirugía con un apósito grande en la cadera. Durante la cirugía, se coloca un pequeño tubo de drenaje para ayudar a extraer el exceso de líquidos del área articular. Asimismo, muchos cirujanos colocarán un inmovilizador de rodilla o un cojín especial entre las piernas en el quirófano para prevenir una dislocación de la cadera.
Después de la cirugía, la persona sentirá dolor entre moderado y severo. Sin embargo, se le darán analgésicos para el primer día o más después de la cirugía, los cuales se pueden administrar a través de una vena (intravenosos – IV), a través de la médula espinal (epidural) o por medio de un dispositivo especial de analgesia controlada por el paciente (ACP).
El dolor debe disminuir gradualmente y, para el tercer día después de la cirugía, los analgésicos orales pueden ser suficientes para controlarlo. La administración de los medicamentos para el dolor se debe tratar de programar aproximadamente media hora antes de caminar o cambiar de posición.
La persona también regresará de la cirugía con varias vías intravenosas puestas que le brindan hidratación y nutrición. Estas vías permanecerán en su sitio hasta que la persona esté tomando cantidades adecuadas de líquidos.
Si el procedimiento es electivo (es decir, planeado con anticipación y no como respuesta a una lesión), la persona puede donar sangre varias semanas antes de la cirugía, con el fin de reponer cualquier pérdida sanguínea durante el procedimiento.
Algunas veces, la sangre que se drena de la herida durante la cirugía se recoge en un recipiente estéril especial, para luego reinfundirla a través de una vía intravenosa después de la cirugía.
La persona también volverá de la cirugía usando medias antiembólicas o medias inflables de compresión neumática, las cuales se usan para reducir el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos. Los coágulos son más frecuentes después de una cirugía en la pierna.
La persona debe comenzar a moverse y caminar pronto luego de la cirugía y pasarse de la cama a una silla durante el primer día después del procedimiento. Mientras el paciente permanece en la cama, debe ejercitar el tobillo frecuentemente para evitar el desarrollo de coágulos sanguíneos.
A la persona se le pueden dar instrucciones sobre la forma de usar un dispositivo denominado espirómetro, el cual muestra el volumen de aire inspirado en una vez. Igualmente, se le indicará la forma de incrementar gradualmente la profundidad de cada respiración que toma, así como realizar respiraciones profundas y procedimientos para toser con el fin de prevenir la neumonía.
Durante la cirugía, se puede insertar un catéter de Foley para monitorear la función renal y el nivel de hidratación. Dicho catéter se retira después de la cirugía. Además, a la persona se la estimulará para que trate de caminar hasta el baño con ayuda.
Indicaciones
Entre las razones para remplazar la articulación de la cadera están:
- Fracturas del cuello del fémur en personas de edad avanzada (por lo general, requieren hemiartroplastia).
- Tumores de la articulación de la cadera.
- Dolor intenso por artritis en la cadera que limita la capacidad de la persona para hacer las actividades que desea.
Esta cirugía, por lo general, no se recomienda en caso de:
- Infección actual de la cadera
- Obesidad extrema (más de 300 libras o 150 kilos)
- Enfermedad nerviosa que afecta la cadera
- Parálisis de los músculos del cuádriceps
- Personas con cobertura cutánea deficiente alrededor de la cadera
- Enfermedad física grave (enfermedad terminal, como cáncer metastásico)
- Pacientes con disfunción mental gravemente limitante
- Pacientes muy jóvenes
Expectativas después de la cirugía:
Los resultados generalmente son excelentes. Esta operación alivia el dolor y la rigidez, y la mayoría de los pacientes puede caminar sin ayuda.
Con el tiempo, algunas veces hasta 20 años, la articulación artificial se afloja y se hace necesaria una cirugía de revisión. Las personas jóvenes pueden presentar un desgaste del revestimiento del nuevo acetábulo y necesitan que se les reemplace antes de que la articulación artificial se afloje.
Convalecencia:
La persona permanecerá en el hospital entre 3 y 5 días después de la cirugía. Sin embargo, algunas personas pueden necesitar permanecer temporalmente en una unidad de rehabilitación o en un centro de cuidados a largo plazo hasta que mejore su movilidad y puedan vivir independientemente con seguridad. Estos centros brindan fisioterapia intensiva para ayudar a recuperar la fuerza muscular y la flexibilidad en la articulación.
Después de la cirugía, se debe tener cuidado de no dislocar la articulación artificial. La nueva cadera no tiene el mismo rango de movimiento que la articulación original, aunque finalmente la persona debería ser capaz de recuperar el nivel de actividad que tenía antes. Aunque se deben evitar los deportes vigorosos como el esquí o los deportes de contacto, muchas personas continúan jugando tenis y golf con mucho éxito.
Puede ser necesario utilizar muletas o un caminador hasta por 3 meses o más, aunque la mayoría de las personas que no los han usado han podido caminar sin ellos en varias semanas.
Muchos cirujanos le recetan a sus pacientes anticoagulantes durante varias semanas después de la cirugía para ayudar a prevenir coágulos. Estos se pueden tomar ya sea en forma de pastillas (como Coumadin o aspirina) o en inyecciones.
PRECAUCIONES ESPECIALES
La nueva articulación tiene un rango de movimiento limitado, por lo que es necesario tomar precauciones especiales para evitar su desplazamiento, como:
- Evitar cruzar las piernas o los tobillos aún cuando se está sentado, parado o acostado.
- Mantener los pies separados aproximadamente 15 cm (6 pulgadas) mientras se permanece sentado.
- Mantener las rodillas por debajo del nivel de las caderas mientras se permanece sentado, evitar las sillas muy bajas o sentarse en un cojín con el fin de conservar las caderas a una altura superior a la de las rodillas.
- Al levantarse de una silla, deslizarse hacia el borde de ésta y usar luego el caminador o las muletas para apoyarse.
- Evitar inclinarse sobre la cintura, para lo cual se puede recomendar un calzador largo o una ayuda para colocarse las medias y los zapatos sin necesidad de inclinarse. También se puede utilizar un dispositivo de extensión para alcanzar o recoger objetos que están demasiado bajos para tomarlos.
- Colocar un cojín entre las piernas para mantener la articulación en la alineación apropiada cuando se está acostado.
- Se puede usar un cojín o férula especial para mantener la articulación en la alineación correcta.
- Puede ser necesario utilizar una taza de inodoro elevada para mantener las rodillas en una posición más baja que la cadera cuando se está sentado en el baño.